5 de des. 2010

Tarta Sacher

¡Buenos días!

Si tuviese que elegir una, la tarta Sacher es para mí la tarta entre las tartas. Es una de mis predilectas por ser de chocolate con chocolate, estar recubierta de chocolate y llevar una pizca de mermelada, por eso de romper un poco con taaanto chocolate (en fin, por si a alguien no le ha quedado claro, me pirra el chocolate... =D )


Por eso, en homenaje a tan suculenta creación, y a que, por qué no decirlo, es más bien sencilla de coser, decidí recrear una en fieltro con unos toques "personales": la rosa, las hojas verdes y las perlitas de azúcar.



Documentándome sobre tan insigne tarta, acabo de enterarme de la historia que la acompaña, y os la dejo aquí por si sois tan curiosos como yo:

Según la historia, la verdadera Tarta Sacher fue creada en 1832 por Franz Sacher, un aprendiz de cocina que logró sorprender con su creación al príncipe Klemens Wenzel Lothar von Metternich. Al parecer, el canciller del Imperio austro-húngaro solicitó un postre especial tras la cena con un grupo de importantes invitados, la casualidad quiso que el jefe de cocina estuviera indispuesto y fuera Franz Sacher quien debía atender al canciller, comenzaba a moldearse el secreto de la Tarta Sacher.

Con sólo 16 años y mucho que aprender, Franz Sacher obtuvo un éxito rotundo y marcó lo que sería el inicio de una carrera brillante. La Tarta Sacher o Sachertorte fue creada hace casi 180 años y ha mantenido este nombre, sus ingredientes y su específica elaboración, hasta nuestros días. La verdadera Tarta Sacher presenta dos capas de bizcocho de chocolate y una capa fina de mermelada de albaricoque entre ambas. Este conjunto es recubierto en su totalidad por una capa de chocolate glaseado negro. Al ser un postre considerado algo seco, suele acompañarse de crema chantilly. En el restaurante del Hotel Sacher de Viena se sirve con nata y un Mélange Vienés, algo que viene a ser similar a un café con leche espumada.

En Wikipedia podemos encontrar una interpretación de la receta que creó Franz Sacher, “Batir 130 g de manteca con 110 g de azúcar impalpable, agregar 6 yemas de huevo una a una y 130 g de chocolate derretido batiendo continuamente, hasta que la mezcla esté bien firme. Batir 6 claras con 100 g de azúcar hasta que la mezcla esté muy firme. Mezclar con la preparación anterior. Agregar 130 g de harina despacio y en pocas cantidades. Poner en un molde una capa de aprox. 2cm. de grosor y hornear entre 30 o 40 minutos a 170ºC (precalentado). Enfriar, desmoldar y rellenar con mermelada de durazno o de frambuesa. Cubrir con baño de chocolate.”
créditos texto e imágenes: Gastronomía & Cía

Yo no sé vosotros, pero yo ahora me zamparía una de estas...

¡Un besazo y hasta mañana! ;-)

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